Los cultivadores de cannabis suelen descartar siempre las hojas de cannabis. La mayoría las consideran un subproducto inutilizable, e incluso molesto, de la planta. Las hojas contienen muy poco THC y se necesitan muchas para conseguir un subidón, por lo que son prácticamente inútiles para fines recreativos. Después de la cosecha, la mayoría de los cultivadores normalmente las tiran o en el mejor de los casos, las usan como fertilizante para futuros cultivos. Sin embargo, lo cierto es que las hojas de cannabis tienen más utilidades de las que te habías imaginado, tanto antes como después de la cosecha. ¡Sigue leyendo para saber más!
Las hojas no solo son muy importantes para la salud de la planta de cannabis, sino que muchas veces pueden indicar problemas con la planta que el cultivador desconoce o no puede resolver por sí mismo. Aunque no puedan hablar, las hojas pueden comunicarnos cosas. ¡El cultivador inteligente las escucha!
Además de comunicar con nosotras las hojas se pueden usar productivamente de innumerables maneras. No son simplemente la basura inútil. Las hojas se pueden fumar, comer, beber y muchas otras cosas. De hecho, ¡es hora de que la pobre hoja de cannabis obtenga el reconocimiento que merece!
No todas las hojas son iguales. Existen dos tipos principales de hojas de cannabis, las hojas de abanico y las hojas de azúcar. Las hojas de azúcar son pequeñas, están recubiertas de resina y se pueden encontrar alrededor de los cogollos. Generalmente, existen tres tipos principales de cannabis: sativa, indica y ruderalis. Aunque a menudo se clasifican simplemente como cannabis, sus composiciones genéticas y la forma de sus hojas son bastante diferentes. Por supuesto, actualmente, es difícil encontrar una planta de cannabis pura, ya que las variedades híbridas son más potentes y populares en el mercado.
Las hojas de los híbridos sativa dominantes son finas, largas y estrechas. Los niveles de clorofila de estas cepas son más bajos por lo que tienen un color verde más claro.
Las cepas indica dominantes son normalmente más cortas, más anchas y tienen un color más oscuro en comparación con las sativas. Algunos cultivadores piensan que la superficie más ancha de la hoja es lo que hace que las índicas florezcan más rápido.
Solo las variedades autoflorecientes presentan características de ruderalis. Las hojas de las variedades ruderalis puras se parecen a las plantas sativas más jóvenes, ya que son larguiruchas y menos densas. Esta forma es la que da a las cepas ruderalis sus propiedades autoflorecientes y estas crecen independientemente de cuánta luz reciben.
La principal preocupación del cultivador es que las plantas de cannabis estén sanas. Una planta enferma o con problemas no puede decirnos esto directamente como una persona humana. Existen muchos tipos de insectos, mohos y microbios que pueden afectar a la planta de cannabis. Las hojas son un elemento esencial cuando se trata de una planta de cannabis sana. Las hojas verdes funcionan de manera muy parecida a los paneles solares. Como habrás aprendido en clase de biología, la fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas usan la luz solar para elaborar sus alimentos a partir de dióxido de carbono y agua. Este proceso convierte la luz del sol en energía que puede usarse para mantener la planta viva. Dicho de otra manera, las hojas son la bomba de gas que alimentan el organismo de la planta. Sin hojas no hay plantas ni cogollos.
Al igual que todos los seres vivos, las plantas de cannabis necesitan vitaminas y nutrientes para funcionar correctamente. Si los humanos, por ejemplo, tienen una deficiencia severa de vitamina C, sus encías sangrarán y los dientes eventualmente se caerán. Esta es la forma natural del cuerpo de decir que le faltan vitaminas y nutrientes. Las plantas también nos comunican sus problemas. Una forma de saber si la planta está recibiendo la cantidad adecuada y el tipo correcto de nutrientes es buscar indicios visuales en las hojas. Una de las deficiencias de nutrientes más comunes que puede tener una planta es una deficiencia de nitrógeno. Si las hojas se vuelven más claras y un poco amarillentas, especialmente cerca de la base de la planta, esta puede tener una deficiencia de nitrógeno. Si es extrema, esta deficiencia hará que las hojas se vuelvan marrones, se enrollen y se caigan. El resultado será pocos cogollos y una producción pobre.
Las plantas pueden tener varios problemas que podemos detectar por el color de las hojas. Por ejemplo, si las hojas más antiguas de la planta empiezan a ponerse moradas, podría ser un indicio de deficiencia de fósforo. Existen muchos otros síntomas que se pueden detectar observando el color de las hojas de cannabis. Por ejemplo, si las hojas jóvenes se vuelven de color verde lima esto puede deberse a una deficiencia de azufre. Las hojas amarillentas podrían tener una deficiencia de hierro, y si aparecen manchas marrones en las hojas, esto podría deberse a la falta de zinc. Leer las hojas de cannabis, puede ayudar al cultivador a identificar y remediar los problemas de nutrientes de una planta. El resultado será una planta más feliz y cogollos más saludables y abundantes.
Antes de tirar las hojas a la basura o al contenedor de compost, deberías tener en cuenta algunos de los siguientes usos prácticos de esta parte de la planta. Al extraer los tricomas de la planta se obtienen terpenos, aceites fuertes que le dan al cannabis su sabor y olor únicos. Algunos de estos, dependiendo de la planta, también tienen una gran concentración de THC. Muchos afirman que también poseen una serie de beneficios para la salud. También puedes vapearlos o fumarlos, dependiendo de lo que prefieras.
Las hojas pueden ser un abono excelente para tu próxima cosecha. Mézclalas con otra materia orgánica y deja que se degraden naturalmente. Con el tiempo, se formará un ecosistema completo de bacterias beneficiosas, que pueden usarse para enriquecer tu suelo de manera natural.
Las hojas de abanico tan populares que vemos en millones de camisetas y otros artículos de cannabis, no tienen mucho THC. Sin embargo, son excelentes para preparar tés verdes, zumos y batidos. Estas hojas están llenas de nutrientes, vitaminas y minerales esenciales, así como ácidos grasos omega, proteínas y fibra. Sería una pena desperdiciarlas.
Las hojas de abanico crudas pueden ser una buena alternativa a las hojas de perejil. Imagínate la reacción que tendrán tus invitados cuando les presentes un plato decorado con hojas de cannabis. Algunos entusiastas de la gastronomía recomiendan la mantequilla de cannabis. Para hacerla, solo tienes que calentar la mantequilla y las hojas a fuego lento. Después debes colar la mantequilla y dejar que se enfríe. Puedes untarla en tostadas, bollos o usarla en cualquier receta en vez de mantequilla normal.
Existen muchos más usos para la subestimada hoja de cannabis. Todo lo que necesitas es un poco de imaginación y buscar en Google las formas de aprovechar estas hojas.